
Nuestros procesos
Guiados por Nuestra Maestra Tequilera

Métodos patrimoniales
y estándares internacionales
El proceso comienza con la selección de agave azul Tequilana Weber maduro, cosechado a mano por jimadores expertos en las tierras altas y bajas de Jalisco. Solo se seleccionan agaves en su punto óptimo de maduración, lo que garantiza una base rica y aromática.
Para liberar los azúcares y conservar la riqueza del agave:
Hornos de piedra volcánica: Cocción lenta tradicional durante más de 48 horas.
Autoclaves: Cocción moderna y eficiente, sin comprometer la calidad artesanal.
El agave cocido se muele utilizando dos técnicas que respetan el alma del proceso:
Molino tradicional de piedra volcánica (tahona): Extrae el jugo suavemente, aportando notas únicas (en proceso de instalación).
Fresado mecánico: Eficiente y cuidadoso, sin perder la esencia.
El mosto fermenta en tinas abiertas de madera o acero inoxidable, permitiendo una fermentación natural que enriquece los perfiles aromáticos y añade complejidad al sabor del tequila.
Realizamos una doble destilación en alambiques de acero inoxidable, buscando la pureza y el equilibrio. En ediciones especiales, utilizamos alambiques de cobre, que realzan los matices especiados y la elegancia en boca.
Nuestros tequilas son añejados en una amplia selección de barricas:
Roble americano: Notas de vainilla, caramelo y nueces.
Roble francés: Matices especiados, estructura y sofisticación.
El tiempo y la madera se combinan para refinar el carácter de cada expresión elaborada en nuestras bodegas.






